sábado, 3 de febrero de 2018

ESO QUE LLAMAN PRECARIEDAD

Durante muchos años, y cuando digo 'muchos', me refiero a más de dos décadas; he vivido trabajando en los distintos programas de televisión que se me han puesto por delante.

Diferentes cadenas, distintas productoras. Mi currículum está escrito en una serpentina.

Jesús Hermida, Pepe Navarro, Isabel Gemio, Juan Ramón Lucas, Manuel Campo Vidal, Ernesto Sáenz de Buruaga, Nicolás Romero. Todos ellos y muchos más han sido mis jefes, compañeros...

Hasta hoy mismo he vivido esta peregrinación como una condena. Un mal  menor que soportaba con resignación, pero con una interpretación equivocada.

Me explicaré.
A mi alrededor, muchos compañeros que habían iniciado su camino conmigo, hoy tenían sus puestos de trabajo estables, sus carreras habían avanzado, alguna productora se había interesado por ellos y les había ofrecido un contrato indefinido. Pero eso no me había ocurrido a mi -lo tuve una vez, como directora del departamento de televisión y me fui a los 6 meses- en estos años de 'pan y circo'.

Siempre pensaba: '¿Qué he hecho la para que nadie se haya querido 'casar' conmigo? Sólo me quieren como a la amante... esa a la que toman o dejan a su antojo. Hay algo en mí que no debe funcionar.'

Pero hoy he cambiado mi pensamiento, y me he dado cuenta de que la realidad es muy distinta.

No soy la amante... ¡Soy la bomba! ¿Por qué digo esto?
Sencillamente porque estar trabajando de manera regular y continuada desde 1989... sin otra seguridad, sin otra garantía que mi reputación, que el valor de mi trabajo ¡Es que debo ser muy, muy buena!



He comenzado a interpretar esta sucesión de contratos como la forma de constatar que los que deciden la composición de los equipos creen que yo soy una persona de confianza, a la que se le pueden encomendar responsabilidades y las sacará adelante.

Y haber recorrido todos los caminos, haber conocido a tantas personas, trabajar con tantos equipos... han hecho de mi una profesional todo terreno y lo más importante, una persona dúctil, conocedora de todo tipo de estilos televisivos y con un capital emocional inmenso.
¡Me alegro de vivir mi vida!